En aquel momento no recordaba,
si quizá estaba estaba en la cama
lo que me llevó a averiguarlo,
era lo que pasaba...
Unos ojos de fuego,
una mirada de calma
unos suspiros al viento
y de repente la madrugada.
Ella era terciopelo,
era sexo, era necesidad
su perfume impregnaba el viento
y sentir sus labios la única verdad.
El era fuego, era dureza,
era diamante era letal,
me transformé en un sueño
presa del más allá.