Quédate a mi lado,
un ratito, en lo que dura un suspiro,
quédate a mi lado,
en silencio, despacito.
Deja que se desparramen las horas,
Al abrigo de tu ombligo
Y en la espera de tus guerras,
a la sombra de tu abrigo,
deja que te susurre,
que me pierda
y que luche.
Deja que gane la guerra,
al invierno,
al averno,
a la noche...
Como cura de tus sueños
al abrigo del norte.
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