sábado, 30 de junio de 2012

Under




Hoy es uno de esos días...uno de esos días en los que no sales de casa...Simplemente porque no tienes ganas y porque las paredes de la casa se te caen encima...supongo que es lo que tiene estar sola, y te pones a ver fotos y te das cuenta de lo que les echas de menos...a todos, y no dejas de preguntarte si ese será tu destino, el quedarte sola en el camino y beber de las lágrimas como condena por ser tal y como eres, un castigo que durará hasta que te toque volar y marcharte tarde o temprano...

También es uno de esos días en los que te miras al espejo ¿y qué es lo que ves?desprecio.
Uno de esos días en los que no tienes ni la más remota conciencia de porqué estás en este mundo.
Hoy no he sonreído ni una sola vez.
Te das cuenta de que tienes mucho rencor y mucha envidia dentro de ti, ¿y de qué sirve eso?, absolutamente para nada, pero ahí estas y te preguntas una y otra vez ¿será así el resto de tu vida? y te dan ganas de rendirte, de abandonarlo todo y de no volver jamás.

Pero mientras haya alguien ahí que pueda necesitarme no puedo irme.

Hoy he escuchado la tonalidad de decepción en la voz de un amigo, sé que me puede llegar a necesitar algo pero yo, yo no me veo capaz de perdonarle de corazón ni  a él ni a otros, ¿será que se me ha congelado el corazón?, ¿será que queda muy poco para que termine de tocar fondo?.

Lo peor de todo es que no se trata de un enfado pasional ni de rabia de los que se pasan, mi corazón realmente esta cansado, ha perdido la ilusión y eso me hace hundirme...Yo creí que me estaba empezando a recuperar, pero realmente veo que no.

¿Tan lejos estoy?¿Porqué no se volver?¿porqué hago daño y me cubre ese halo de indiferencia después?
Claro que hay gente a la que necesito y que me da pánico que me abandone, pero cada vez son menos, y cada vez me veo menos capaz de impresionar a casi nadie.

Todo es una gran decepción, yo lo soy y una mas grande al igual que la mayoría del mundo me ha dado a mi.

Muchos años después de los 42, ¿Qué paso? me hundí y si hubo brazos que sujetarme no los ví, si hubo ayuda no supe entenderla y me quedé con el egoismo de la mayoría de las veces.

A los demás los separé y ahora a aquellas dos que no se separan de mi no llegan a alcanzarme, y...¿realmente se merecen eso?¿se merecen un yo a medias?

Y luego estás tu padre, por alguna razón del cosmos necesito confiar en ti y lo hago de manera absoluta aunque no lo creas y aunque de miedo y a mi me lo da mas que  a nadie, soy imprevisible,depresiva y autodañina,¿quién aguanta eso?, me da miedo que te canses y que decidas que no merece más la pena, me prometiste que no lo harías y sé que no lo harás pero...¿acaso merece la pena?.



Acaso...¿lo merece?


El arte de la soledad,
condena en la ciudad...





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