domingo, 1 de julio de 2012

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Parece ser que me estoy enganchando a todo estoy de escribir como manera de escape...
Simplemente escribo lo que siento, en un lugar público, aunque sea un pequeño espacio en un océano de redes.


Miras fotos de gente que es feliz y en el fondo admiras esa fuerza aunque no soportes a la persona que estás viendo ser feliz, y te das cuenta, cada día un poco más que tienes el corazón oscuro, podrido, que aunque muchas personas te den las gracias por lo que haces por ellos realmente no eres ningún ángel, y quizá no seas tan malo como tu mismo te lo planteas, ni tan oscuro ni tan claro...Pero ellos no tienen la visión interna de ti, aquella que tanto te hace falta cambiar.


Y quizás tampoco se den cuenta lo superficial que eres en cuanto a ti mismo, no te gustas, nada y el espejo te devuelve una mirada de desprecio total y absoluto. Te das cuenta de que aunque diste lo mejor de ti no sirvió de nada y te das cuenta que aunque cuentes las calorías y cada día comas menos no sirve para nada, pero... ¿a quién intentas engañar? comes menos y realmente soportas el día después de haberte tomado un trozo de pizza o una bebida con un amigo y te das cuenta de que ya con eso fastidiaste todo, aunque no te comas las lentejas o no comas pan o aunque tiraras la comida que te han preparado, realmente da igual porque tu decidiste caer en la tentación de nuevo de comer y encima mierda, no, esto se tiene que acabar, y te terminas machacando sin apenas comer y en el gimnasio, pero te das cuenta de que eres débil y que los mareos acaban ganando la partida, y que la anemia que va ganando puntos en tu cuerpo.


¿Y tu con este pensamiento intentas sacar lo mejor de los demás?
Pero la lupa con la que uno se mira a si mismo es totalmente distinta.




Soy una farsa, delante de los demás puedo ser cariñosa, atenta, inteligente, abierta de mente e incluso en ocasiones algo positiva, puedo durante un instante ir con el resto de compras y hacer creer que en cierto modo me siento agusto conmigo misma, pero, ¿qué es eso? una mentira y nadie se merece eso.


Mi familia se ha ido durante quince días y aquí estoy, dándome cuenta que seguramente estén mucho mejor sin mi, sin mi humor, sin nada que les recuerde el pequeño gran fallo de sus  vidas, la niña en la que tenían puestas todas sus esperanzas, la niña que les ha decepcionado porque ni en el fondo es inteligente y ni si quiera posee nada bello que pueda ser observable. En el fondo se preguntan si me quedaré sola para siempre y como más de una vez me han dicho solamente será culpa mía, pero ellos no se deben preguntar porque algún día desapareceré de sus vidas aunque sea sola y no se deberán preocupar nunca más.


Realmente solo puedo tener esperanza en mi si hay alguien que aun es capaz de permanecer aunque sea solo un instante conmigo.




Me gusta ser profesora porque sé lo que tengo que hacer entre otras cosas para que nadie en el mundo cometa el error de ser como yo, os aseguro que no es para nada agradable ser como yo, que te paren por la calle y que te lleguen hasta insultar, y que la palabra derrota este escrita en cada uno de los poros de tu piel.




Quiero salir de estas ideas que no hacen más que destruirme, pero realmente no se como porque las evidencias de que esto es cierto se van demostrando día tras día, y no sé como cambiarlas.


En las cosas que se me dan bien soy mediocre, y en las cosas que se me dan mal soy la mejor, no es que me ponga metas muy altas, es que quizá yo no esté a la altura de la situación aunque en ocasiones pueda, hasta incluso, llegar a ser necesaria...

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